soluciones biométricas

para mejorar la confianza, seguridad y experiencia de los usuarios, así como para proteger al banco de posibles fraudes cibernéticos. Por esta razón, la integración de la autenticación biométrica a los servicios bancarios continúa en auge con la implementación de nuevas tecnologías y técnicas de análisis contextual. El objetivo final es lograr que los clientes vivan experiencias más ágiles y seguras con la banca.

La biometría es una forma de medir ciertas características físicas para verificar la identidad de una persona. Gracias a la singularidad de los datos recogidos por este método, la

autenticación biométrica

significa una prometedora opción en términos de seguridad. Sin embargo, las

entidades financieras

que implementen este tipo de tecnología deben ser sumamente precavidas, debido a que los datos biométricos son los más personales y privados que alguien pueda tener. Y, a diferencia de una clave o número de PIN, no es posible cambiarlos. Si los datos biométricos se ponen en riesgo se generaría un fuerte impacto negativo en la confianza del cliente bancario.

Acorde a datos publicados por la firma de consultoría PwC a través de la encuesta Fraude y Corrupción, el fraude cibernético sigue siendo uno de los grandes males que deben enfrentar las organizaciones financieras:

Servicios bancarios con autenticación biométrica

La detección de comportamientos anómalos en una entidad financiera es una de las primeras formas de filtrar posibles fraudes. La

tecnología biométrica

actual lo permite: realiza un seguimiento remoto completo y continuo al cliente, haciendo uso de sus rasgos biométricos.

Existen varias tecnologías biométricas disponibles en el mercado que, por un lado, apoyan la generación de confianza y seguridad hacia el

cliente bancario

y, por otro lado, protegen a la entidad financiera de posibles ataques cibernéticos.

Entidades financieras implementan tecnología biométrica

Huella de voz: Verifica la frecuencia, velocidad y acento para que coincidan con las del cliente registrado. Este método de contraseña fija tarda menos de 2 segundos en el proceso de autentificación. Algunos inconvenientes de este sistema es el alto costo que implica para las instituciones, así como el permiso que deben tener los bancos por parte de los clientes antes de grabar registros de voz.
Patrones de huellas dactilares: Valida que las características sean iguales a los registrados en la cédula de identidad.
Reconocimiento facial: Identifica los rasgos del rostro capturado virtualmente y que éstos cumplan las mismas características de la persona registradas como: distancia entre las pupilas, posición de la nariz, entre otras.
Reconocimiento de retina o iris del ojo: Este método es el que da los resultados más óptimos, pero requiere que los ojos del individuo se aproximen mucho al dispositivo para ser reconocidos, lo que podría generar molestia al usuario.
Termograma de infrarrojos de la vena: Este lector biométrico utiliza el esquema de venas del dedo como patrón biométrico para identificar al usuario. El patrón vascular es una característica interna por lo que no afecta que el dedo tenga daños.

Para elegir entre estas y otras opciones de tecnología biométrica es necesaria una evaluación comparativa de la facilidad de uso, la capacidad de detección de falsificaciones, la verificación de usuario reales e, incluso, la disponibilidad para incluir estas modalidades en dispositivos y aplicativos móviles.

Es importante señalar que estos sistemas deben implementarse correctamente para lograr su eficiencia y eficacia, contemplando la seguridad de los datos, el cifrado y la arquitectura general del sistema. Además de que se deben realizar varias pruebas piloto para que las instituciones perciban el verdadero rendimiento de la solución biométrica planificada.

Soluciones biométricas para cliente bancario

El uso de datos biométricos para la autenticación de la identidad es algo con lo que la mayoría de las personas están familiarizadas, gracias al predominio de los lectores de huellas dactilares en los teléfonos inteligentes. Las

entidades bancarias

, entonces, deberán aprovechar este conocimiento de los usuarios para brindarles sistemas de seguridad innovadores, basados en la autenticación del usuario, para la creación de un perfil único para cada cliente. En la actualidad, mediante el uso de estas tecnologías y gracias al aprendizaje automático y la gestión de grandes volúmenes de datos, la biometría emplea un interesante análisis entre las características personales y la de los dispositivos electrónicos para distinguir clientes legítimos y estafadores.

Es así que el entorno bancario es uno de los sectores que podría verse más beneficiado con los continuos avances en sistemas biométricos
, ya que muchos de sus procesos operativos dependen de la autenticación fiable y la gestión de identidades de sus clientes. La biometría podría reducir enormemente ciertos costos, como el del uso y registro de información en papel, o la prevención y control de fraudes. En concreto, los sistemas biométricos permiten modelar la identidad de un cliente tanto en registros puntuales, como en rasgos continuos y repetitivos de las personas.

De acuerdo con una investigación del Banco Central de Cuba (BCC), el mercado global de las tecnologías biométricas alcanzó los USD 41.500 millones en 2020. El segmento de huellas dactilares llegó a USD 24.400 millones y otros componentes biométricos como reconocimiento facial, venas y voz se incrementaron hasta los USD 11.900 millones en el mismo año. Para el 2021 se plantea una expansión de la

autenticación biométrica

en el sector financiero y, de manera posterior, en los temas gubernamentales, relacionados con el control de identidad de los ciudadanos de un país o región.

Dado que el fraude y el crimen cibernético continúan siendo noticia en el ámbito bancario, evitar que los clientes sean expuestos a estos riesgos es, sin lugar a dudas, una prioridad para los bancos, conjuntamente con su interés de mejor la experiencia del usuario. Es por ello que las soluciones biométricas son cada vez más importantes en todos los canales bancarios. La comodidad del usuario puede ser tan valiosa como la reducción de fraudes y es precisamente ahí en dónde la implementación de tecnologías biométricas juega un papel fundamental.